Caer y levantarse

En el zen no es necesario frustrarse por las caídas que podamos tener en el camino, no importa tanto cuantas veces debamos comenzar otra vez desde cero porque de hecho, todos los días lo hacemos sin darnos cuenta de ello. Cada día es una vida nueva y si no la vemos así es debido a la carga emocional que arrastramos del ayer. Muchas veces nos proponemos practicar, levantarnos temprano y sentarnos en zazen pero no lo conseguimos, llega lo hora y seguimos durmiendo . No existe nada que podamos llamar seguro , permanente o sólido. Nada en que apoyarse o de lo cual depender, más allá de nuestra propia mente y espíritu . No existe nada que sea demostrable, más que la propia experiencia . Es un acto de fe, es como saltar a un abismo sin paracaídas solo porque alguien dijo que hay una red allí abajo esperándonos. No hay promesas ni premios al final del camino más allá de nuestra saludable paz de espíritu que proviene únicamente de nosotros mismos . Entonces, ¿Cuál es el negocio en ...