Observar la mente sin usar la mente


Un verdadero practicante debe ser capaz de sentarse en el bosque o el mercado, sin preferir uno u otro. Buscar la comodidad revela los rasgos de la mundanalidad.

No deberíamos atarnos a esas cosas. Solo debemos volcar nuestra mirada al interior. Usar la lampara de la atención para observar la mente sin usar la mente. Y ¿Cómo se hace esto?. De forma muy simple, usando al cuerpo para observar la mente.

En zazen nuestro cerebro se armoniza, se hace sereno y abierto por la acción de la postura despierta. Se desliga de la corriente del pensamiento sin interrumpir el flujo del pensamiento y, aunque ellos todavía estén allí, no pueden atarla. Con el tiempo y la práctica, durante el primer gran samadhi, surge la fusión de la consciencia en donde ambos lados del cerebro se fusionan en uno de forma indivisible y aunque su anatomía y funciones propias de cada lado aun continúen activas, son uno y el mismo. 

Esta es la mente no dual que se dice por allí que el zen no posee y que Buda nunca conoció, cuando que es desde el principio, su más grande característica. Desde Sakyamuni hasta Bodhidharma junto a todos los patriarcas que los sucedieron no han transmitido otra cosa que esta mente. Que piensan ellos que quisieron decir con la expresión: "la verdad ni es ni no es". ¿A que piensan que se refieren con eso?. La comprensión del zen no se hace con el lado izquierdo o derecho del cerebro, por eso dicen ni es ni no es.

 

 

De un lado está el ser y del otro el no ser. De un lado está la consciencia del tiempo y del otro la consciencia de lo atemporal. Pero ellos dicen, ni este ni aquel. Ni de un lado ni del otro, Entonces ¿en cuál? Después de la fusión en samadhi, la mente comprende más allá de los hemisferios cerebrales. A esto lo llamamos, comprender sin comprender, o en términos zen, musshin, la mente sin mente.

Pero esa comprensión no se alcanza por casualidad o la gracia de dios como creen muchos ilusos. Los tontos están siempre buscando una verdad redentora y descuidan así su verdadero ser. Ellos están inmersos en ideologías y conceptos, y difícilmente alcanzan una visión clara. Ellos no entienden que la mente es el Buda. Lo ignoran por completo y sustituyen lo que debería ser su experiencia directa y cotidiana, con ideas religiosas o científicas, conceptos o ideas o incluso peor aún, el fundamentalismo o el fanatismo.

 Maestro zen Mumon Roshi

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