Seguir la Vía del Buda

 


 Un día el maestro Dogen dió esta enseñanza...


“Debéis saber que si habéis nacido en una familia que se dedica a un oficio determinado, o que si habéis tomado la decisión de seguir un sendero, lo primero que tenéis que hacer es aprender el oficio familiar o el sendero. No es bueno estudiar aquello que no tiene nada que ver con el oficio familiar o con el sendero elegido.


Dado que vosotros habéis abandonado el hogar familiar para haceros monjes, dado que habéis pasado a formar parte de la familia de Buda y que habéis recibido la ordenación, lo que tenéis que hacer es aprender la práctica del Buda. Aprender la práctica y seguir la Vía del Buda implica abandonar el ego y seguir las indicaciones del maestro. 


Lo esencial en esto es liberarse de los deseos. Para liberarse de los deseos, antes que nada debéis liberaros del “yo” y de lo “mío”. Para liberarse del “yo” y de lo “mío”, es primordial la necesidad de ver la impermanencia de las cosas de este mundo.


Muchas personas en el mundo desean tener una buena reputación y ser apreciados por los demás y por ellos mismos. Sin embargo, no siempre se reciben alabanzas. Si abandonáis progresivamente vuestro apego al ego y seguís las enseñanzas de vuestro maestro, sin lugar a dudas progresaréis.


Pero si os obstináis y os oponéis a él pretendiendo conocer la verdad, aunque así fuera, seréis incapaces de abandonar vuestros apegos y continuareis apegados a vuestras preferencias, lo cual os hará hundiros cada vez más profundamente en el mundo de la ilusión.


Un monje zen debe dedicarse exclusivamente a la meditación zazen shikantaza. Debéis practicar sin considerar vuestro grado de inteligencia, de estupidez, de sabiduría o de torpeza. De esta manera zazen os transformará naturalmente.


Eihei Dogen - shobogenzo zuimonki (1-4)

 


 

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