Teisho
Teisho es la enseñanza que el maestro da a la sangha
Queridos amigos, quisiera hoy hablarles de la naturaleza de la realidad con el fin de esclarecer los puntos más importantes de la enseñanza budista. El universo ni va ni viene. No surge ni declina. Nada esta oculto ni revelado. Todas las cosas que existen tienen la naturaleza del nirvana por eso decimos que carecen de dualidad aún cuando se vean como grandes o pequeñas, altas o bajas, reales o ilusorias. El cuerpo sabe lo que el yo ignora. El cuerpo entiende lo que el yo no puede comprender. De nada valen las oraciones y rituales, deben ante todo ver su naturaleza original directamente, cara a cara sin sustitutos de ninguna clase. Solo así pueden acceder a la verdadera libertad de espíritu.
Aquel que se vuelve desinteresado se hace sereno e intenso. Si no tienen intereses que pudieran atarlos podrán alcanzar el camino rápidamente. Aquel que se vuelve libre ayuda a otros a liberarse, se arriesga y se expone. Uno que pierde el sentido de yo. pierde también el sentido de lo propio. Ese que ha perdido el sentido de lo propio ha obtenido la vía en su totalidad porque ha comprendido la irrealidad del yo y visto la auténtica naturaleza de Buda, la verdad misma. Ahora, alzo este kotsu para decirles que el Buda es su propia mente aquí y ahora. Todas las cosas que existen en los tres tiempos son lo mismo. Su mente es la mente original que carece de forma y apariencia. Pero, aun así, la mente misma, es la creadora de todas las cosas. Todo surge y desaparece dentro de la mente.
Es solo por la ignorancia que todos los seres sufren las tribulaciones del mundo de la vida y la muerte sin llegar jamás a liberarse. El dolor de existir en esta forma impermanente es inevitable pero el sufrimiento nacido de los apegos y deseos puede ser eliminado por la práctica del Dharma. Pero es de vital importancia no perseguir estos objetivos evitando de esta forma, caer en los dominios de la codicia y la confusión. El dharma es tan abundante e infinito que está más allá de toda medida y entendimiento. Si sus ojos están cerrados ¿de qué sirve que haya luz a su alrededor? Este mundo es el mundo de la dualidad. No se pregunten por cuál es su ganancia en la práctica, porque si la hubiera, esta no tendría una naturaleza trascendental y carecería del no propósito.
Si hubiera alguna recompensa, nunca se librarían del tormento de la vida atrapados por siempre en el mundo de la ansiedad. Díganme entonces, ¿cómo podrían liberarse de la esclavitud del yo que es eternamente demandante y fuente infinita de deseos? No desperdicien sus horas, concéntrense, que no haya tiempo ocioso entre una actividad y otra. Una mente unificada es capaz de ver el universo todo. Cuando no tenemos propósito el verdadero propósito aparece. Cuando no buscamos el camino, el camino se revela directamente ante nosotros claro, libre, maravilloso. ¿Como podrían esperar alcanzar el camino del esclarecimiento sin la práctica debida?
Amigos. El bien del dharma es superior a los demás debido a su pureza. La bondad del dharma es superior a las demás debido a su armonía. La sabiduría del dharma es superior a las demás debido a su veracidad, y la fe en el dharma es superior a las demás por su autenticidad. Para terminar, quisiera decirles que, abrazar la pobreza es intimar con el camino del Buda, es volverse uno con el dharma. Es inútil raparse la cabeza y vestir el kesa, cantar los sutras o estudiar el canon de memoria, si no echamos al olvido nuestras tendencias e inclinaciones malignas. Cualquiera que pueda empobrecerse y hacer que su vida quepa en un grano de arroz se volverá un Buda viviente de forma inmediata. Ahora, junto mis manos y ruego a todos los Bodhisattvas infinitos para que derramen todos los méritos reunidos este día para el bien y la salvación de todos los seres que sufren.
Maestro zen Mumon Savoy roshi
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